16 nov 2014

Riocueva 2014, episodio 8: último sondeo

Después de un par de semanas de parón por cuestiones de agenda, este sábado arrancaba la última fase de la excavación en Riocueva. Poco a poco vamos quemando etapas y, literalmente, acercándonos a la luz del final del túnel. Digo literalmente porque hemos ido excavando en las zonas previstas esta campaña empezando por la más lejana a la boca y terminando por la más próxima. En 2013 fuimos mucho menos ordenados y acabamos la campaña en la zona más profunda, lo que nos obligaba a ir «saltando» sondeos para llegar a la zona de trabajo, en una absurda carrera de obstáculos que, en estas últimas jornadas, queremos evitarnos. Sobre todo porque el sitio en el que hemos elegido excavar para terminar está en un sitio un poco incómodo para el tránsito. Pero antes de plantear el último sondeo, había que terminar el anterior. Y en eso hemos ocupado parte de la mañana, con magros resultados. Apenas quedaba sedimento en el Sondeo 2 y lo único que quedaba por aparecer era un fragmento de cerámica y otra «bolita» de semillas carbonizadas. Limpieza, fotos y a otra cosa...

Helena y su solitario trozo de cerámica del Sondeo 2
Después de tres campañas agujereando los tramos de la galería aparentemente más interesantes y mejor conservados, hemos reservado para el final la zona menos prometedora. En principio teníamos previsto excavar aún más cerca de la boca, pero después de darle mucha vueltas nos conformamos con comprobar qué nos ofrece el yacimiento en un rincón que «asusta» un poco menos. Es el tramo de la galería en el que la actividad de los animales excavadores ha sido más intensa y podría haber zonas con más de un metro de sedimento removido. Demasiado trabajo para un resultado a priori de escaso interés. Porque si en otras zonas el yacimiento está algo «revuelto», aquí directamente está dado vuelta.

El director lo ha visto tan mal que ha decidido pasarse todo el día cribando fuera de la cueva. Menos un rato en el que la lluvia le ha obligado a refugiarse, el resto de la jornada ha sido un constante balanceo de cedazo. La cosa ha cundido y el vestíbulo está prácticamente despejado. Pero será por poco tiempo, ya que con la tierra que salga del nuevo Sondeo 8 seguro que vuelve a colapsarse de nuevo... De lo malo, malo, en la criba ha salido alguna cosa interesante. Sin ir más lejos, un estupendo fragmento de cerámica decorada muy de «estilo Riocueva», con ondas y líneas horizontales.

La criba se ha hecho un selfie...
Han sido Helena y nuestro amigo Borja Gómez-Bedia, que se perdió la campaña 2013 por lesión pero que no podía dejar pasar la oportunidad de «mover el paletín» este año, quienes han tenido el honor de hacer los primeros hallazgos en el Sondeo 8. Y de comprobar que es un terreno un tanto «especial». Buena parte de los objetos aparecen «hincados», indicio para cualquier arqueólogo avezado de que algo no va bien, y algunas de las cosas que aparecen no deberían de estar ahí. Lo más llamativo ha sido un gran fragmento de pelvis humana quemada, sobre todo porque no esperábamos encontrar huesos quemados tan al exterior de la galería. Pero aparece acompañado de un buril de sílex o de piezas dentales y huesos de herbívoros que posiblemente procedan de niveles prehistóricos, lo que está indicando que, tal y como suponíamos, el sedimento está muy removido.

Manos a la obra en el Sondeo 8
Mientras nosotros estábamos ocupados en nuestras «cosas de arqueólogos», Pablo seguía con sus «cosas de topógrafo». Esta vez tocaba trabajar con la estación total para referenciar las «dianas» de la fotogrametría. Ha tenido algunos problemas en las zonas más angostas de la cueva, ya que esos aparatos no están pensados para agujeros como el nuestro, pero aún así la cosa ha ido bien. Es un auténtico lujo contar con un profesional como él para las labores topográficas. No se puede hacer una idea de cuánto agradecemos su colaboración. Y no sólo porque me haya prestado una tarjeta para la cámara de fotos, que también.

Pablo y su estación luchando contra los elementos cavernosos
Hasta el próximo sábado no regresamos a la cueva. Allí nos estará esperando el Sondeo 8, del que sospecho que sólo hemos atisbado una parte ínfima de lo que nos tiene reservado. Y esta vez no lo digo para bien, aunque espero equivocarme...

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