20 ago 2012

Damasquina, que algo queda (y 4): raros y dudosos

Para terminar con la serie de entradas dedicadas a los broches de cinturón de época visigoda con decoración damasquinada conocidos en la Península Ibérica y Septimania (partes 1, 2 y 3 aquí, aquí y aquí, respectivamente) veremos algunos ejemplos que se salen de la norma; bien porque su cronología es anterior a la de los que hemos visto hasta ahora, bien porque morfológicamente son muy diferentes o bien porque su estado fragmentario impide hacer precisiones que vayan más allá de su mera identificación.

Comenzamos con el broche de Gereñu (Álava), recogido junto a una espada larga de un solo filo, dos puntas de lanza y un fragmento de herradura, todo ello asociado a restos humanos. Se trata de una pieza de pequeño tamaño, formada por una placa semicircular articulada a una hebilla ovalada y que ha sido interpretada recurrentemente como un fragmento de un broche liriforme. Sin embargo, en la revisión llevada a cabo por J. Pinar Gil (2009) este autor ha demostrado que, en realidad, se trata de una pieza de cronología algo anterior (finales del siglo V d. de C.) y con abundantes paralelos en otras zonas de Europa.


Broche de Gereñu (Álava) (según Pinar Gil, 2009)

Algo posterior, ya de la segunda mitad del siglo VI d. de C., sería este ejemplar de hebilla de hierro con decoración damasquinada procedente de la necrópolis navarra de Buzaga, cerca de Pamplona. Se trata de un yacimiento funerario, caracterizado por la presencia de armas en los enterramientos y los objetos de adorno personal de tipo merovingio-aquitano, que abarca una horquilla cronológica de entre mediados del siglo VI y finales del siglo VII d. de C. (si no es que llega a las primeras décadas del VIII d. de C., como sucede con los cementerios del mismo tipo de Pamplona y, muy probablemente, de Aldaieta) (Azkarate, 2007). Esta pieza, de innegable filiación norpirenaica, se correspondería con la fase inicial de uso de la necrópolis.

Hebilla de Buzaga (Fotografía: www.euskara.euskadi.net)

Los fragmentos de placas de hierro (presumiblemente liriformes o en forma de U) del Museo Arqueológico de Barcelona (Almagro Basch, 1944) y del Castillo de Los Monjes (Tejado Sebastián, 2011) presentan restos inequívocos de decoración damasquinada, aunque su estado de conservación no permite encuadrarlos con seguridad en ninguno de los tipos sobre los que hemos tratado en las dos entradas anteriores. En cualquier caso, parece que nos encontramos ya con producciones hispanovisigodas de los siglos VII-VIII d. de C., como parecen apuntar tanto la morfología de ambas como el contexto arqueológico en el que fue recuperada la segunda de ellas.

Placa conservada en el Museo de Barcelona (Fotografía: Almagro Basch, 1944)

Placa del Castillo de los Monjes (La Rioja) (Fotografía: J. M. Tejado Sebastián)

En los casos de uno de los broches de Nueva Carteya (Córdoba) (Palol, 1957) y del de Las Eras de Peñarrubia (Málaga) (Serrano y Alijo, 1992), la mala conservación de la decoración damasquinada nos deja con las mismas dudas que en los dos anteriores, aunque en esta ocasión las piezas se conserven completas, pudiendo apreciarse con claridad su perfil en forma de U. En el caso malagueño, donde es visible pare de la orla perimetral formada por pequeños círculos recortados en el latón, resulta obligado pensar en el la placa del broche de Las Penas, dado su acusado parecido formal.

Broche de Nueva Carteya (Córdoba) (Fotografía: Palol, 1957)
Broche de Las Eras de Peñarrubia (Según Serrano y Alijo, 1992)

Y en cuanto a la placa completa del Castillo de los Monjes (La Rioja) (Tejado Sebastián, 2011), esa completa ausencia de decoración puede hacer que existan dudas acerca de la existencia en ella de damasquinados (aunque yo estoy convencido de los tuvo ¿Por qué si no iba a ser la placa de hierro y no de bronce?), aunque su forma remite sin ningún género de dudas al mundo de los broches de cinturón hispanovisigodos con placas liriformes. Incluso podría afinarse un poco más y relacionar esa placa con las pertenecientes a un tipo que hemos individualizado en un trabajo reciente y que se caracteriza por un cuerpo central romboidal muy acusado, con las esquinas superior e inferior muy marcadas en el perfil (Fernández Vega et alii, 2010).

Broche del Castillo de los Monjes (La Rioja) (Fotografía: J. M. Tejado Sebastián)

Finalmente, hay que señalar la existencia de un ejemplar que, aunque comparte cronología de los siglos VII-VIII d. de C., responde a tipologías norpirenaicas: un broche de San Julià de Ramis (Girona). Esta pieza, caracterizada por un perfil dentado muy peculiar y una hebilla muy diferente a las de los ejemplares hispánicos coetáneos, presenta (o presentaba en el artículo que he manejado. Desconozco si se han publicado novedades al respecto en la monografía a la que no he tenido acceso) únicamente restos de bronce o cobre en tres puntos de la placa de hierro; correspondientes quizá a la unión a ésta de otros tres umbos de ese mismo metal que se han perdido. Todo apunta, no obstante, a que pudo contar con algún tipo de decoración damasquinada.


Broche de San Julià de Ramis (Girona) (Según García Jiménez y Vivó i Codina, 2003)



A continuación, la bibliografía utilizada en la redacción de esta serie. Como está sacada de varios trabajos y no me apetece perder tiempo dándole forma, veréis que hay distintos tipos de entrada. Espero que sepáis disculparlo.



ALMAGRO BASCH, M. (1944): “Las series griegas no ampuritanas del Museo Arqueológico de Barcelona”, Memorias de los Museos Arqueológicos Provinciales 4, pp. 62-64

ARIAS CABAL, P., ONTAÑÓN PEREDO, R., GUTIÉRREZ CUENCA, E., HIERRO GÁRATE, J. A. y PEREDA ROSALES, E. (en prensa): “El broche de cinturón de tipo visigodo de la Galería Inferior de La Garma” en ARIZAGA BOLUMBURU, B., MARIÑO VEIRAS, D., DÍEZ HERRERA, C., PEÑA BOCOS, E., SOLÓRZANO TELECHEA, J. A., GUIJARRO GONZÁLEZ, S. y AÑÍBARRO RODRÍGUEZ, J. (Coord.) Mundos medievales: espacios, sociedades y poder. Homenaje al profesor José Ángel García de Cortazar, Santander 

AZKARATE, A. (2007): “Necrópolis de Buzaga” en HURTADO ALFARO, M. A. (Coord.): La tierra te sea leve. Arqueología de la muerte en Navarra, pp. 195-198

ESCUDERO REMÍREZ, C. (2003): "Conservación de yacimientos y materiales arqueológicos. ¿Qué hacemos con lo excavado?", Patrimonio 12, pp. 24-34

FERNÁNDEZ VEGA, P. A., BOLADO DEL CASTILLO, R. y HIERRO GÁRATE, J. A. (2010): Una nueva placa liriforme procedente del yacimiento arqueológico de Santa Marina (Valdeolea, Cantabria), Kobie 14,  Bilbao

GARCÍA JIMÉNEZ, G. y VIVÓ I CODINA, D. 2003 Sant Julià de Ramis y Puig Rom: dos ejemplos de yacimientos con armamento y equipamiento militar  visigodo en el Noreste peninsular, Gladius XXIII, Madrid, pp. 161-190

GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, R. y FERNÁNDEZ MATALLANA, F. (2007): “Nuevas placas de cinturón procedentes de la ciudad visigoda del Cerro de la Almagra (Mula, Murcia)”, Mastia 6, Murcia, pp. 165-179.

GONZÁLEZ SALAS, S. 1945 El castro de Yecla en Santo Domingo de Silos (Burgos), Ministerio de Educación Nacional, Madrid.

KOTARBA, J., CASTELLVI, G. y MAZIÈRE, F. 2007 Carte Archeologique de la Gaule, 66: Les Pyrénées Orientales, Paris.

PALOL, P. (1957a): “Bronces con decoración damasquinada en época visigoda”, Actas del V Congreso Nacional de Arqueología, Zaragoza, pp. 292-305.
PALOL, P. (1957b): “Los objetos visigodos de la Cueva de Los Goros (Hueto Arriba-Álava)”, Boletín de la Institución Sancho el Sabio1-2/I, Vitoria, pp.73-84.
PÉREZ RODRÍGUEZ-ARAGÓN, F. 1999 Un broche de cinturón damasquinado de época visigoda procedente de Monte Cildá (Olleros de Pisuerga, Palencia), Sautuola VI, Santander, pp. 453-456

PINAR GIL, J. (2009): “El hallazgo de Guereñu-Ozábal. Nuevos datos sobre el mundo funerario del territorio alavés en la Antigüedad Tardía”, Actas del Congreso “Medio siglo de arqueología en el Cantábrico oriental y su entorno”, pp. 925-952

RIPOLL LÓPEZ, G. (1998): Toréutica de la Bética (siglos VI y VII D.C.), Reial Acadèmia de Bones Lletres, Barcelona.
SERNA GANCEDO, M. L., VALLE GÓMEZ, A. y HIERRO GÁRATE, J. A. (2005): “Broches de cinturón hispanovisigodos y otros materiales tardoantiguos de la cueva de Las Penas (Mortera, Piélagos)”, Sautuola XI, Santander, pp. 247-277.
SERRANO RAMOS, E. y ALIJO HIDALGO, F. 1992 Una necrópolis de época hispano-visigoda en las eras de Peñarrubia (Málaga), en Actas del III Congreso de Arqueología Medieval Española, Oviedo, 27 Marzo-1 Abril 1989. II. Comunicaciones, Oviedo, pp. 110-120

TEJADO SEBASTIÁN, J. M. (2011): "Castros militares altomedievales en el alto valle del Iregua (LA Rioja, España). Una realidad poco común", Arcehologia medievale 38, pp. 137-182

VALLE, M. A.; MORLOTE, J M.; SERNA, A. y MUÑOZ, E. (1998): “La cueva del Portillo del Arenal (Velo, Piélagos, Cantabria). El contexto arqueológico de las manifestaciones esquemático-abstractas”, En el final de la Prehistoria

VIGIL ESCALERA, A. (2011): "Is it really relevant the ethnicicty of our historical subjects?, Arqueología y Territorio Medieval 18, pp. 45-53








2 comentarios:

  1. me parece muy interesante este aspecto de orfebreria visigotica, se denota claramente la influencia bizantina y oriental, lo curioso del tema es el motivo de la utilizacion de piezas de hierro, en mi opinion mas dificil de trabajar que el bronce....supongo que una moda de la epoca....el ser humano no cambia.

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    1. Sobre esa influencia bizantina que (muy acertadamente) comentas aportaremos algunas novedades interesantes en un trabajo que estamos preparando y del que avanzamos algo en el congreso de Vitoria. Y también acerca del uso del hierro en lugar del bronce, aunque sin perder de vista que uno de los factores que pudieron jugar un papel importante en ese cambio podría ser la escasez de este último hacia finales de la época visigoda; como atestiguarían algunos conjuntos de piezas aparentemente destinadas al reciclaje (hay uno en Contrebia Leucade, por ejemplo, con varios broches y otros objetos)

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